NUEVA ETAPA

EL TRADICIONAL BAR LA GAVIOTA ACENTÚA SU PERFIL CULTURAL E INCORPORA SERVICIO GASTRONÓMICO


Apostando a la historia del lugar y al arte y la cultura en todos sus modos de expresión, a partir de mayo el característico bar La Gaviota ampliará su horizonte comercial con el retorno del servicio gastronómico, que ofrecerá como especialidad las tablas y picadas, retomando así la tradición del bar original, que data de mediados de la década del ‘20.
Con intenciones además de afianzar definitivamente la identidad del lugar, La Gaviota resto bar apunta a ofrecer mejoras que permitan llegar a un espectro más amplio de la población, conservando su aspecto atípico para los lugares de esparcimiento locales pero incorporando mejoras estructurales y, fundamentalmente, renovando y ampliando la oferta cultural disponible en su Espacio de Arte.
Los responsables de La Gaviota, que se encuentra desde hace años incluida en los circuitos urbanos de Olavarría por ser un sitio destacado como Patrimonio Arquitectónico y Social, aspiran a llegar también a los visitantes, quienes no hallarán otro espacio de estas características en la ciudad.


Un bar con historia

En una casona ubicada en Cnel. Suárez 2278, que este año cumplirá 100 años; a mediados de la década del ’20 un hombre apodado el Turco Ale instaló un pequeño bar junto a un hospedaje, llamándolo pragmáticamente “Lo de Ale”. Décadas más tarde, promediando los años ’50, el lugar pasó a manos de su hijo quien pese a que también le caía el apodo, decidió rebautizarlo como “La Gaviota”, en homenaje a un sitio similar que frecuentaba en el porteño barrio de La Boca.
Con el tiempo Ale cierra el hospedaje, que se convierte en hogar del propietario, y el lugar comienza a explotarse sólo como sitio de encuentro entre amigos y ocasionales clientes que buscaban degustar las ya por entonces tradicionales picadas de La Gaviota o participar de los torneos de bochas, peñas folklóricas y demás eventos típicos de la época.
Tras el fallecimiento del Turco Ale hijo, el bar comienza a ser explotado por personas ajenas a la familia quienes van convirtiendo el lugar en un boliche de copas, lo que deviene en el cierre años más tarde.


Recuperar la tradición de cara a los nuevos tiempos

En 2002 Martín Vaccaro se hace cargo del lugar, encontrando el edificio completamente en ruinas y a punto de demolerse. Fascinado porque aún conservaba el encanto de antaño, se esforzó por devolver la esencia con que fue fundado y reconquistar la forma que lo caracterizaba años atrás, dándole además un rol cultural con la presentación de grupos de todos los géneros, muestras de artistas plásticos locales, presentaciones de libros, encuentros artísticos, proyecciones y demás propuestas artísticas.
Después de cinco años ininterrumpidos de trabajo, el equipo integrado por Martín Vaccaro como ideador del proyecto; Robert Benz a cargo de la cocina; Virginia Maldonado y Marina González Hueso, entre abril de 2007 y febrero de 2008, y, a partir de marzo de 2008, con la introducción de .arg! Producciones, de la mano del Ruso Gouveia, María Inés Roveta, Catalina Roveta y Sebastián Aguirre como responsables de la comunicación y gestión del Espacio de Arte; Julio Britez y Paula Fernández en la atención al público y Richard a cargo del mantenimiento; La Gaviota resto bar café inicia un nuevo ciclo, apostando a poner en valor el edificio, conservando así el patrimonio local, y convertirse en un referente cultural de la ciudad con espacio para los artistas de todas las disciplinas y propuestas para todos los públicos, tales como la realización de diversos shows musicales, eventos empresariales, fiestas privadas, reuniones y agasajos.

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